INGREDIENTES
- 150 gr. de chocolate blanco
- 200 ml. de leche entera
- 200 ml de nata
- 150 gr queso cremoso (tipo Philadelphia)
- 1 sobre de gelatina neutra
- galletas cuadradas de canela
- Sirope de caramelo, toffee o de chocolate
ELABORACIÓN
- Preparamos el molde forrado con papel de horno, tanto en la base como en los laterales.
- En un cazo al fuego, calentamos la leche sin que llegue a hervir. Cuando esté caliente, la apartamos del fuego y le añadimos el chocolate blanco en trocitos; removemos muy bien con una espátula de madera hasta que se funda por completo.
- Añadimos el queso crema, la nata y la gelatina, y volvemos a poner el cazo al fuego, removiendo continuamente hasta que todo esté bien integrado y nos quede una mezcla homogénea. Dejamos al fuego, sin que hierva, hasta que empiece a espesar un poco (cuando se enfríe, espesará más).
- En nuestro molde, vamos poniendo una primera capa de galletas, que iremos remojando previamente en un poco de leche, para que se ablanden, pero sin que se lleguen a romper. Después, añadimos una capa de la crema de chocolate, volvemos a poner otra capa de galletas, y así hasta que terminemos toda la crema. Podéis terminar con la capa superior de galletas o de crema.
- Una vez lista, la llevamos al frigorífico un par de horas o mejor, toda la noche, hasta que enfríe cuaje bien.
- Desmoldamos la tarta con cuidado y la decoramos con sirope de caramelo, de chocolate…